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lunes, 8 de noviembre de 2010

ALGUNAS RAZONES PARA LA “CRISIS”

Hay quienes pensamos que las “crisis” son algo natural y hasta necesario. Algunas personas creen y afirman que sin crisis no se crece... O, también, que las crisis son necesarias en cualquier proceso de sanación.


Por eso, yo creo que si miramos la crisis en la que ahora nos encontramos, más que temer el caos, lo que hemos de hacer es analizar sus causas y prever las consecuencias; mirando, siempre, qué de bueno podemos sacar de ella...


Bien: ¿por qué hay crisis?


Pues lo primero es que porque tiene que haberla. Todo ser vivo, también la sociedad, al crecer, al desarrollarse, evoluciona, cambia. Y el cambio lleva a la “crisis” (unas veces con granos en la cara, otras con dolor de cabeza o insomnio, otras con ganas de gritar...; unas con cierres de fábricas y aumento de paro, otras con cambio de roles en la vida social o familiar...). Y como el invento de la imprenta llevó al mundo al siglo de la ilustración, o el invento de las máquinas, llevó a la gran revolución industrial, así los avances en los mas media o el desarrollo de la informática y de Internet, han hecho que la ocupación de muchas personas haya llevado a muchas personas a tener que cambiar radicalmente de actividad.


Como consecuencia de todo esto, el mercado cambia, el trabajo cambia, la necesidad de las empresas de personal auxiliar o administrativo cambia... ¡todo cambia! Y las empresas no quieren cambiar sus modelos (cuando habría que reducir el horario laboral, lo que hacen es reducir sus plantillas de personal), y el paro crece y crece como una hiedra en una casa soleada...


En tercer lugar, la “crisis” que ahora “padecemos” es el fruto de lo que hemos estado sembrado durante las últimas décadas: como dice el viejo refrán, “La avaricia rompe el saco”. Hemos estado queriendo tener una “Sociedad del bienestar” a costa de mantener tres cuartas partes de la Humanidad en “malestar”, hemos globalizado la economía para que unos pocos siguieran haciéndose ricos y más ricos, mientras los demás iban a la más desastrosa pobreza (sustituyendo toda justicia y todo buen criterio político por las leyes del mercado)... y, lógico, esto tenía ¡que reventar!.


No podemos negar el problema, ni tampoco rendirnos; sino buscar soluciones. Hemos de empezar por aceptar la realidad tal cual es para, desde ahí, trabajar por superar los problemas, con decisión y esperanza. Sin perder el control de nuestras vidas (lo que acaso le interesa a algunos).


En realidad lo que ahora está sucediendo en el mundo es una ley lógica: frente al total despilfarro de las últimas décadas, ahora tocan unos años de recesión. ¡Bienvenidos sean! Con ello, es hora de un verdadero cambio.


Es la hora de darnos la oportunidad de cuidar lo que tenemos, de despertar nuestras conciencias y aprender a hacer más con menos. Si queremos un mundo solidario, no podemos estar consumiendo entre dos o tres lo que es de veinte; eso es lo que hemos estado haciendo en esta sociedad capitalista-consumista... Sin pensar en las tres cuartas partes de la humanidad. Lo que era insostenible, está dando muestras de que ya va siendo hora de poner remedio, porque ESTO TIENE QUE CAMBIAR.


Ahora nos toca sanar, superar el cambio para mejorar. Mejorar como personas y como sociedad: aprender a vivir más austeramente, nos tocará gastar menos, no despilfarrar, deshacernos de las deudas y, si nos es posible, ahorrar algo. Es hora de aprender a vivir de otra manera, con más justicia y también más justeza: sin desperdiciar ni comida, ni energía eléctrica, ni agua, ni papel... Y es también la hora de reprogramar nuestras mentes para aprender a VIVIR DIGNAMENTE sin darle tanto valor al dinero. Vamos a decidirnos a echarle más cuenta a otros valores más reales, como son: el COMPARTIR, el TRABAJO EN EQUIPO, la AMISTAD y la SOLIDARIDAD.


José-María Fedriani

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón, muchos estamos aprendiendo a valorar de otra forma lo que tenemos y lo que nos rodea. Estamos también más dispuestos a dar la mano y ser solidarios.

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